Miraconcha en San Sebastián representa la expresión más serena y contemplativa del lujo residencial en San Sebastián. Situada en la ladera sur del Palacio de Miramar, esta franja noble que conecta discretamente la playa de La Concha con el túnel del Antiguo ha sido desde finales del siglo XIX uno de los enclaves más privilegiados y reservados de la ciudad. Con su disposición elevada, su carácter no comercial y su arquitectura residencial de época, Miraconcha combina privacidad, paisaje y elegancia con un equilibrio difícilmente replicable.

Estilo de vida en Miraconcha

Vivir en Miraconcha es habitar un umbral constante entre la ciudad y el mar. La vida discurre entre paseos silenciosos junto a la bahía, amaneceres en calma frente al Cantábrico y atardeceres en terrazas privadas donde el tiempo se detiene. La ausencia de comercio a pie de calle no es una carencia, sino una elección consciente: aquí el lujo se mide en espacio, en silencio, en luz, en perspectiva.
El Paseo de Miraconcha, con su emblemática barandilla blanca y su trazo curvo sobre la bahía, es uno de los paseos urbanos más reconocibles y elegantes del litoral atlántico. La relación con el paisaje no es circunstancial, sino estructural: quienes residen aquí no simplemente contemplan el mar, sino que lo integran en su forma de estar en el mundo.

El parque residencial de Miraconcha está compuesto por un conjunto reducido de propiedades, muchas de ellas integradas en villas históricas o edificaciones de media altura con orientación directa al mar. La escasez de oferta y la singularidad del enclave explican su elevada demanda. Las viviendas y pisos en Miraconcha, destacan por sus dimensiones generosas, techos altos, amplias terrazas acristaladas y una orientación privilegiada que garantiza luz natural durante todo el día y vistas panorámicas sobre la bahía.
Es habitual encontrar apartamentos, pisos y áticos en Miraconcha con acceso privado, garaje cerrado y acabados de altísima calidad. Algunas de las villas han sido divididas en exclusivas residencias con carácter propio, combinando elementos originales —como artesonados, suelos de mármol o carpinterías nobles— con soluciones tecnológicas de última generación. Se trata, en definitiva, de propiedades concebidas para quienes buscan una experiencia residencial a la altura de los paisajes que las rodean.

Ambiente y atmósfera

La atmósfera de Miraconcha San Sebastián es de absoluta discreción. No hay alarde, ni bullicio, ni tránsito innecesario. Solo el ritmo constante de las mareas, el susurro del paseo y la claridad atlántica que define cada estación. Es un barrio para quienes valoran el retiro elegante, la intimidad sin aislamiento y una estética que prescinde de artificios.
Las rutinas aquí no se viven de cara al exterior, sino hacia adentro. El mar no se observa desde lejos: se siente en cada ventana abierta, en cada café tomado frente al horizonte, en cada paseo sin destino. La belleza no se exhibe, se habita.

Puntos de interés

El principal punto de interés de Miraconcha Donostia es, precisamente, su ubicación inigualable frente a la bahía. Desde cualquier punto del paseo se domina la totalidad del litoral: la isla de Santa Clara, el monte Urgull, la curva perfecta de la playa y, al fondo, el monte Igeldo. Este marco natural actúa como escenografía cotidiana para quienes residen en el barrio, transformando el entorno en una prolongación del espacio doméstico.
En su extremo oeste se encuentran los jardines del Palacio de Miramar, antiguo palacio de verano de la monarquía española, hoy convertido en espacio institucional, cultural y de uso público. Sus jardines aterrazados sobre el mar ofrecen una de las vistas más privilegiadas de la ciudad, accesible a pie en cualquier momento del día.
Al este, junto al paseo, se ubica el Hotel Nobu, que ha introducido una nota cosmopolita y gastronómica de primer nivel con su restaurante de cocina japonesa contemporánea, frecuentado por visitantes internacionales y residentes exigentes. Esta presencia, sin alterar el carácter residencial del entorno, aporta un matiz de sofisticación internacional muy valorado.
La playa de La Concha, en su tramo más reservado y menos transitado, se encuentra a pocos pasos. Desde Miraconcha se accede a ella a través de escaleras discretas que descienden directamente al arenal. Este acceso privilegiado permite disfrutar del mar sin interferencias: nadar al amanecer, pasear en la bajamar, o simplemente sentarse a leer junto al agua en un entorno íntimo y sereno.

Precio por m² 6.407 €